Misterio en el Campo
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Misterio en el Campo
Una auditora, a la que Pablo denominó PP llamó para describirnos lo que vivió hace un tiempo cerca de su casa en el campo. Nos contó que una noche, cerca de las 24:00 hrs. salió a caminar con una tía y una prima.
En el trayecto iban conversando animadamente disfrutando de la frescura de la naturaleza, cuando de pronto la prima, acongojada, les dijo: “¡Miren!, pero no se asusten”. La impresión fue tal al ver un bulto pequeño, negro, una especie de hombre, entre las ramas, que las tres dieron un salto hacia tras. No pasó un minuto cuando esta cosa empezó a crecer, como a pararse y salir de entre los arbustos y ellas inmediatamente empezaron a correr. Cuando PP miró hacia atrás, esta cosa estaba junto a ella, medía más de 1 metro –pero seguía creciendo- para mayor impresión se fijó en que esta “persona” no caminaba, sino que flotaba.
Entre las oscuridad y sólo iluminada por la luna, se dio cuenta que la tía que venía más atrás había sido atrapada por esta cosa que la tomaba desde el pelo para impedirle que siguiera huyendo. Fue tanto el miedo de PP que no le prestó ayuda a su tía y siguió corriendo. Volvió a mirar hacia atrás y vio a su prima y tía abrazadas llorando, pero esta cosa seguía presente atrás de ellas, como si estuviera en todos lados y pudiera moverse más rápido que ellas.
PP atinó a gritarles “arranquen” y ahí ellas atinaron a correr. PP cuenta que “esto” las siguió hasta cerca de la casa. Ya más calmada pudo describir a un “hombre” del porte de un árbol que llevaba puesta una manta negra muy larga y un sombrero. PP, la tía y la prima creen que se les apareció el diablo.
En el trayecto iban conversando animadamente disfrutando de la frescura de la naturaleza, cuando de pronto la prima, acongojada, les dijo: “¡Miren!, pero no se asusten”. La impresión fue tal al ver un bulto pequeño, negro, una especie de hombre, entre las ramas, que las tres dieron un salto hacia tras. No pasó un minuto cuando esta cosa empezó a crecer, como a pararse y salir de entre los arbustos y ellas inmediatamente empezaron a correr. Cuando PP miró hacia atrás, esta cosa estaba junto a ella, medía más de 1 metro –pero seguía creciendo- para mayor impresión se fijó en que esta “persona” no caminaba, sino que flotaba.
Entre las oscuridad y sólo iluminada por la luna, se dio cuenta que la tía que venía más atrás había sido atrapada por esta cosa que la tomaba desde el pelo para impedirle que siguiera huyendo. Fue tanto el miedo de PP que no le prestó ayuda a su tía y siguió corriendo. Volvió a mirar hacia atrás y vio a su prima y tía abrazadas llorando, pero esta cosa seguía presente atrás de ellas, como si estuviera en todos lados y pudiera moverse más rápido que ellas.
PP atinó a gritarles “arranquen” y ahí ellas atinaron a correr. PP cuenta que “esto” las siguió hasta cerca de la casa. Ya más calmada pudo describir a un “hombre” del porte de un árbol que llevaba puesta una manta negra muy larga y un sombrero. PP, la tía y la prima creen que se les apareció el diablo.
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